ESQUERRA UNIDA DENUNCIA QUE EL PLAN MUNICIPAL DE RESIDUOS PERPETÚA UN SISTEMA QUE HA DEMOSTRADO SU FRACASO ABSOLUTO.

1 de junio de 2021

La formación de izquierdas denuncia que el Plan Local de Residuos está encaminado a afianzar un modelo económico caducado, que solo ha beneficiado a unos pocos empresarios.

El Plan Municipal de Residuos perpetúa un sistema que ha demostrado su fracaso absoluto. La redacción del Plan Local de Residuos de Alicante (en adelante PLRA) está encaminada a afianzar un modelo económico caducado y orientado a favorecer los intereses de los agentes de residuos existentes en España que ha ocasionado un caos sistémico en nuestro entorno natural e incluso una muy deficiente gestión económica que sólo ha beneficiado a unos pocos empresarios privilegiados y en la mayoría de los casos relacionados con la explosión de la burbuja inmobiliaria.

El PLRA tiene dos ejes fundamentales para llegar a alcanzar los objetivos marcados: el primero una fuerte apuesta por el aumento de contenedores en las calles, el segundo pretende realizar campañas educativas para concienciar a los ciudadanos. Por lo tanto deja en manos de la ciudadanía no sólo la sostenibilidad económica del sistema, también su óptimo funcionamiento. Por cierto en el PLRA observamos que las campañas orientadas a promover un consumo inmaterial van a ser un fracaso, ya que curiosamente la generación de residuos siempre va a ser creciente, año tras año. Además seguimos inflando económicamente el servicio de recogida con la excusa del reciclaje en vez de optimizar el ya existente.

Hace casi tres años en julio de 2018 el PP anunció que iba a realizar pruebas de recogida puerta a puerta en algunos barrios de Alicante, no sabemos muy bien cuáles son los resultados de esas pruebas ya que no se han hecho públicas, o quizás y sólo quizás no se hayan realizado. Sí esas pruebas se hubiesen realizado los resultados en cuanto a la recuperación de materiales hubieran sido excelentes, al igual que todas las pruebas realizadas en diferentes municipios españoles. Sí los y las alicantinas hubiésemos tenido los resultados de esas pruebas, o incluso mejor si esas pruebas se hubiesen realizado, hubiésemos llegado a la conclusión del gran número de empleos creados gracias al puerta a puerta, empleos que necesitamos todas, todas aquellas personas que no estuvimos aburridas en plena pandemia como así lo estuvo nuestra vicealcaldesa.

La legislación en la que se basa el PLRA nos demuestra que estamos fuera de la legislación autonómica, estatal y europea en cuanto a materia de residuos. Las más que previsibles sanciones a nuestro estado por incumplimiento en materia de residuos llegarán a Alicante y entonces pagaremos los y las de siempre. La situación municipal es desastrosa, no lo afirmamos nosotras, lo afirman en su plan en el que se concluye que el porcentaje de recogida selectiva es bajo, y no cumple las previsiones del PEMAR (plan de residuos estatal) y el PIRCV (plan de residuos de País Valencià), hemos de recordar que no hemos alcanzando nunca los mínimos legalmente exigibles, por lo tanto debemos afirmar que la privatización del servicio ha sido una operación ruinosa para los intereses de la mayoría social, modelo que los gestores del servicio pretenden volver a realizar demostrando así su incapacidad para gestionar el servicio desde lo público.

La producción de combustibles que se desea realizar en Alicante, con la inestimable ayuda del neoliberalismo que gobierna nuestro ayuntamiento, es más que preocupante. Las enfermedades derivadas de la práctica de la incineración de residuos debido a la emisión de partículas contaminantes a la atmósfera, está demostrada. Además una sociedad que camina hacia la descarbonización no puede plantearse en la gestión de sus residuos la cremación de residuos plásticos derivados del petróleo.

Por último recordarle a nuestro Concejal en materia medio ambiental que las personas que trabajan y gestionan las instalaciones de la Planta de Tratamiento Mecánico-Biológico situada en la Serra de Fontcalent, no se merecen esa descalificación por parte de los máximos responsables municipales. Alicante no se merece unos gestores que descalifiquen así su patrimonio social, cultural, económico, medio ambiental y deportivo.

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